domingo, 29 de abril de 2012

PARTE 46.NECESITO



Me desperté sobresaltada en mitad de la noche. Había tenido  una pesadilla. Estaba rodeada de gente a la que conocía, vi a T, vi a L, incluso pude ver a J. Pero no podían ni verme ni o irme. Yo pedía ayuda a gritos, los podía tocar, los podía abrazar, pero ellos no sentían nada. Ni siquiera sentían mi presencia.

No podía dormirme, así que encendí un cigarrillo y me senté junto a la ventana, a observar cómo París dormia.
.  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  

La mañana siguiente, me sentía triste y sola. Por lo que fui a ver si T había llegado ya de Tailandia. Subí las escaleras de su casa y llamé a la puerta.

No hubo contestación.

Por lo que saqué un papel y un bolígrafo y comencé a escribir:

"He venido a ver si ya habías llegado de Tailandia. Quiero Necesito hablar contigo. En cuanto leas esto por favor ven a casa. L llegará dentro de seis días. Te estoy echando muchísimo de menos. Ven a verme,


                           M"


Doblé el papel y lo metí por debajo de la puerta. Y bajé las escaleras de su edificio muy despacio, como esperando a que la puerta se abriera y T volviera a mi.

Pero no fue así. Salí del portal, y caminé muy despacio hasta casa.

 Fue entonces cuando comenzó a llover.

viernes, 27 de abril de 2012

PARTE 45.POR ENCIMA DE TODO.



... ¿No se puede estar enamorado de dos personas al mismo tiempo? ¿No es eso posible? Exactamente, ¿quién propone las reglas del juego? ¿Quién mueve los hilos para crear la unión entre dos personas?

L se tenía que ir a NY una semana, para preparar mi futura visita. Así que me llevó a cenar, y después fuimos a tomar una copa en un pequeño bar cerca de casa. Al final, bailamos y bebimos toda la noche.

Al día siguiente, yo no era capaz de recordar la noche nítidamente, solamente me acuerdo de que L me acompañó hasta casa. Se despidió con un largo beso, y se fue.

Estaba sola en París. Así que aproveché para poner mi vida al día. Ordené la casa de arriba a abajo, y leí los cuadernos que solía escribir tiempo atrás (manía heredada de T).

Tendría que volver a empezar a escribir, ya que mi relación con T estaba plasmada en cada una de esas hojas.

Cogí una libreta que no me sonaba familiar, T me la había regalado para que escribiera. Al comprobar si tenía algo dentro, pude ver la dedicatoria de T. Una foto de nuestra playa. Y escrito en letras desordenadas, había una frase que me recordó mucho al T compasivo, alegre y positivo:



               "Algunas cosas son preciosas porque duran siempre"



Me di cuenta en ese momento de que aún queriendo con locura a L, nunca podría olvidar a T. No tenía respuesta posible a las preguntas que rondaban por mi cabeza, pero cogí la foto y sentí la calidez del atardecer junto a T, sus besos, sus caricias...

No estaba enamorada de los dos, sino que lo que sentía por cada uno de ellos, y estoy segura de esto, iba por encima de enamoramientos y de amores.

L y T formaban parte de mi vida y para poder tenerlos a los dos cerca, tendría que buscar un punto que nos uniera para siempre...


miércoles, 25 de abril de 2012

PARTE 44.ERES MI PERSONA.

Eres mi persona


L y yo estábamos por la mañana tumbados en mi cama. Me besó dulcemente los labios y me miró fijamente.

-¿Qué te pasa?- Le pregunté.

-Tengo miedo a no poder volver a ser tan feliz cómo lo soy ahora. Aquí. Contigo.

-¿Por qué dices eso?- Le volví a preguntar.

-Pienso en ti e intento averiguar cómo te sientes, me siento junto a ti e intento escuchar o notar los latidos de tu corazón. Y normalmente puedo adivinarlo... Pero tus ojos... Tus ojos son el único enigma que me planteas. Y eso me da mucho miedo.

-No entiendo lo que quieres decir.

-¿Qué sientes cuando estás a mi lado? -Preguntó L.- ¿Echas a T de menos? ¿Qué pasó exactamente en Bruselas? ¿Y en Tailandia? Me fío de ti, pero tengo miedo que, siendo esa cabeza loca, que aunque lo niegues, eres, no quieras cerrar del todo tu pasado. ¿Entiendes lo que te quiero decir? Se que me estoy liando un poco al decirte esto...Pero...

L se quedó callado durante unos segundos, hasta que finalmente dijo:

-Pero tus ojos guardan todo aquello que algún día puede llegar a separarnos. En tus ojos está T, en tus ojos está J, en tus ojos está el miedo a perderte, el miedo a perderme...

-¿Sabes lo que pasa?- Le contesté.- Que por mucho que me aferre al pasado y pensando en todos mis miedos, TÚ eres lo mejor que he tenido y que tengo ahora mismo. Y por mucho que pueda querer a T o recordar a J, TÚ mueves mi mundo. Y eso me llena, me da tranquilidad, pero sobretodo me da esperanza. Esperanza ante un futuro que era oscuro, pero que ahora se torna claro. Eres la cura que necesitaba. Eres mi persona L, y espero que lo tengas claro. ERES MI PERSONA.

-¿Soy tu persona?- Sonrió L.

-Claro que si, bobo. Y espero que yo sea la tuya también.- Le respondí.

-Eres mi persona M.- Volvió a sonreír.

Me lancé a su cuello como si una nube de mariposas hubiera estallado dentro de mi. Y le abracé. Notando, como la noche anterior, los latidos de su corazón...





lunes, 23 de abril de 2012

PARTE 43.ELEGIR



... Estar de nuevo en mi ático no hizo más que traer de nuevo la tranquilizad a mi vida. L me había traído la cena. Y la tomamos sentados en la alfombra, hablando de todo un poco. Su siguiente viaje a NY, la vuelta de T a mi vida...

-Desde que hemos vuelto te veo mas contenta, pero sigues teniendo ese rayo de melancolía en los ojos.

-No es nada, solamente el cansancio del viaje. -Le mentí.

-Se te da fatal mentir, no se cómo no lo sabes todavía. Cuéntame que te pasa. ¿Ha sido T? ¿Has vuelto a sentir por él lo de antes?

-No, tiene algo que ver con T, pero no es eso, -respondí.- Es que me he dado cuenta de todo lo que T y yo hemos vivido y....

-No tengas miedo, continúa... -dijo L.

-...y me he dado cuenta de lo importante que es T hoy en día para mí. Pero también me he dado cuenta de que en lo que a sentimientos se refiere , tú eres mi presente. Y espero que seas mi futuro . Elegir es difícil, pero no cuando te tengo a ti a mi lado. Quiero mucho a T pero es un amor diferente. A ti te quiero tal y como eres, te quiero porque me gusta la persona en la que me convierto cuando estoy a tu lado. Me aportas una lista interminable de cosas buenas. Y eso L, no lo había conseguido nadie.

-Elegir... En el amor nunca se elige. Yo creo que tú estas a mi lado porque era nuestro destino. Estás a mi lado porque el lazo que nos une a ti y a mi está por encima de cualquier persona. Y T, a su manera, forma parte de ese lazo. Uniéndonos aún mas. Me alegra pasar los días a tu lado. Y saber que por primera vez en la vida estoy enamorado, pero no de una forma adolescente... Sino de una forma adulta. Elegir... si hablas de amor, la palabra elegir no existe.

Y cuando dijo la última palabra, L me miró y vi en sus ojos ese amor indestructible que nos mantendría juntos al menos unos meses mas.  L me abrazó y me tumbé apoyada en su pecho. Escuchando los latidos de su corazón....







domingo, 22 de abril de 2012

PARTE 42.LA DESPEDIDA


A T le habían dado el alta. Por lo que L y yo pasamos la última noche en Tailandia en la casa que T compartía con sus amigos. El problema que se nos planteaba era que la casa tenía dos cuartos con 3 camas casa uno. Por lo que me tocaría dormir con L y algún amigo de T. Pero esa noche nos fuimos todos a cenar, aunque T no estuviera del todo bien. Cuando terminó la cena en una pequeño chiringuito cerca de su casa en la playa, yo me fui a preparar las maletas, y los demás se fueron a conocer la noche Tailandesa.

Dos horas más tarde había recogido la ropa, había hecho las maletas, y me había lavado el pelo con un champú de lavanda que T tenía en su baño.

Por lo que me metí en la cama de una de las habitaciones, y media hora después. Pude oír cómo alguien abría la puerta de la casa. Dejé los ojos entreabiertos. Y de repente T abrió la puerta, cogió una botella de algo, y se quedó sentado en una silla junto a la ventana. De vez en cuando me miraba, y a mi me costaba no abrir los ojos de par en par.

Hasta que lo hice, y se dio cuenta. Por lo que se levantó y yo ya no cerré los ojos, sino que le miré viendo cómo se acercaba. Se tumbó en la cama que había pegada a la mía, y yo me quedé tal y cómo estaba, tumbada de lado mirando hacia él. Nos miramos a los ojos unos segundos, T me dijo:

-Nunca había pensado que alguien que no fuera yo te hiciera tan feliz cómo L lo hace. Me alegro por ti.

-Tu me hiciste feliz a tu manera.- Le respondí

En el momento en que noté que estábamos demasiado cerca, me giré y miré al techo, cuando bajé el brazo, nuestras manos se rozaron, y T comenzó a cogerme de la mano poco a poco.

Pero yo me levanté, cogí una sudadera y salí a la playa. T me siguió.  Pronunció mi nombre, pero le dije:

-No, ahora no, por favor.

-¿Por qué no?

Qué demonios pensé. Me di la vuelta, caminé rápido hacia T y me lancé a sus brazos. Me besó de una manera pasional, como si supiera, al igual que yo, que eso era una despedida.

-Es hora de que duermas, L y mis amigos llegarán pronto. Acuérdate de mi. Estaré siempre ahí para ti . SIEMPRE. Te quiero. Pero he entendido la situación en la que estamos. L es un buen tío. Así que vete a dormir. Mañana nos veremos antes de que te vayas. Te quiero.

-Te quiero, -respondí, y le di un beso suave.

T tiró  de mí y me abrazó fuerte.

Me metí en la cama y 15 minutos después L llegó, se metió en la cama conmigo y me abrazó.

Yo actué como si nada hubiera pasado. Al día siguiente volví a París de la mano de L, cerrando una época de mi vida, pero notando el peso de todas las cartas que T me había escrito en el bolso...

miércoles, 18 de abril de 2012

PARTE 41.COMO YO TE QUIERO



... T y yo estuvimos unos minutos mirándonos el uno al otro sin decir nada. Por mi cabeza pasaron mil cosas. Y pude ver en sus ojos que él tenía la misma sensación. Ninguno de los dos dijo nada, hasta que me quedé dormida.

Unas horas mas tarde abrí los ojos. Y T me observaba, con ojos expectantes.

-Puedes contestarme a unas preguntas que han rondado por mi cabeza estos últimos meses?- me dijo T.

-Que quieres saber, -contesté.

-¿En qué momento de la vida tú y yo nos separaremos para no volver a vernos jamás? ¿Cuando se terminará todo esto? ¿Cuándo dejaré de sentir  todo lo que siento por ti? ¿Cuando decidirás abandonarme definitivamente?

No supe que responder. Así que esperé a que T volviera a decir algo.

-¿Acaso no nos merecemos un final feliz? ¿A caso no nacimos para estar juntos? ¿Nunca te has planteado la existencia de un alma gemela?

Cogí aire para contestar a una de esas preguntas, pero, no se cómo, comencé a decirle todo lo que me estaba guardando en  mi interior.

-Ahora mismo no sé nada. Solamente se que L ha estado ahí desde que nos conocimos en París. Me aporta calma, tranquilidad, compañía y ningún lío. He venido hasta aquí para que tu no te sintieras sólo. He venido con L y volveré a París con él. No pienso estropear lo que él y yo tenemos. No volveré a desaprovechar una oportunidad como hace meses hice contigo. Porque no podré soportarlo. No podré soportar otra pérdida. Mi corazón y mi mente no lo soportarían.También tengo muy claro que lo que tenemos L y yo es algo mágico y especial. Sin celos. Conoce la historia de J, conoce el daño que me hizo, y al contrario que tú, no me echa nada en cara. No es rencoroso.

J se quedó mirando mis profundos ojos azules unos instantes, hasta que dijo:

-Si tanto le quieres, ¿por qué estas aquí entonces?

- Porque siempre estaré enamorada de ti, eres el amor de mi vida. Eso lo tengo muy claro. Pero también tengo claro que no podemos estar juntos. Es fácil querernos cuando todo va a nuestro favor, pero no sabemos querernos en situaciones adversas . Y no puedo querer cien por cien a alguien que a mi no me quiere un cien por cien.

Me quedé callada, y no pude evitar mirar sus labios, esos labios que tanto me gustaban. T se dio cuenta, y aprovechó la oportunidad. Estiró el cuello y me besó. Después de todo lo que acabábamos de hablar.  Me di cuenta que T estaba haciendo aquello para que yo me enfadara y me fuera lejos de él. Para que yo viviera mi vida.

Pero aún dándome cuenta de la situación, le devolví el beso con todo mi corazón, aprovechándome también de esa situación.

Lo que no me esperaba era sentir la felicidad que en ese momento recorrió todo mi cuerpo.

-Te quiero mucho M, y se que no podemos tener un futuro juntos. Pero...

En ese momento me miró a los ojos de nuevo y me preguntó:

-¿Cambiaría algo si te dijera que nadie te va a querer tanto como yo te quiero?...

martes, 17 de abril de 2012

PARTE 40.SIEMPRE



Al día siguiente, volví al hospital a ver a T, que pasaba la mayor parte del tiempo dormido. L se fue a conocer  algunas playas con los amigos de T. Así que me esperaba un largo día de hospital.

Después de comer, entré al cuarto y vi que T leía en su diario. Una antigua agenda de Moleskine, desecha por la edad. Le pregunté que leía, pero el respondió:

-No es nada, son cosas del pasado que me gusta recordar de vez en cuando.

-Perdón por lo de ayer. Me comporté como una niña pequeña, pero necesitaba una explicación de todas esas cartas que me mandaste.

-No tienen explicación. -Dijo T - Simplemente no hay una explicación racional para esas cartas.

-Duerme, -le dije,- tienes cara de cansado.  Volveremos a hablar cuando despiertes.

Cuando T cayó en los brazos de Morfeo, decidí ordenar un poco todo el lío que había en su cuarto. Pero mientras ordenaba, tiré sin querer su libreta, y no pude evitar leer la página abierta que minutos mas tarde T había revisado.

Era una cita de Paulo Coelho, que decía así:

                 

...".Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos... Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre.Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán,siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo… Os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando.
Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más... Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza.
Os librareis de él o de ella, dejareis de sufrir,conseguiréis encontrar la paz (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Porque,a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas,que haciendo el amor con alguien a quien aprecias... "



El marcador que tenía puesto en esa página, era una hoja arrugada, como si hubiera hecho una bola con ella, pero después, al arrepentirse, hubiera intentado dejarla como al principio.

Cuando caí en la cuenta de qué hoja se trataba, se me encogió el corazón.


T había guardado aquel trozo de papel que yo le había escrito meses atrás. Y, no se porqué, caminé decidida hacia su cama, levanté la sábana y me metí con él en aquel camastro de hospital.

Abrazándole muy fuerte. Entonces caí en la cuenta, T había guardado un gran trozo de su corazón para mi.

Para él, yo era ese segundo gran amor, esa persona con la que perdería siempre...

En ese momento, T se despertó, y se dio cuenta de que yo volvía a llorar por segunda vez consecutiva en sus brazos. Se dio cuenta de lo que yo acababa de leer. Pero no dijo nada. Simplemente acarició mi mano. Se dio la vuelta y me miró a los ojos...

lunes, 16 de abril de 2012

PARTE 39.EL MIEDO

El miedo


... L me acompañó a un pequeño centro médico cerca de la playa donde T había tenido el accidente. Dos de sus amigos, los únicos que estaban con él, me saludaron, yo les pregunté cómo estaba T, y sus miradas me dejaron de piedra.

Caminé por el pasillo como un fantasma, y sus amigos me guiaron hasta la puerta de su cuarto. Entraron y yo me quedé fuera. Esperando. Con L a mi lado.
Cinco minutos más tarde, me dijeron que podía entrar a verlo. L me besó, pero prefirió esperar fuera. Yo cogí aire y abrí la puerta muy despacio. Allí estaba T tirado en una cama de un hospital, lejos de todo lo conocido.

Me quede de pie. Parada. Sin saber cómo mirarle ni que decir. T se sentó en la cama, y me miró con esos ojos marrones que podían decirlo todo con una sola mirada. Estaba mejor de lo que yo creía. Eso me tranquilizó un poco.

-Has venido, - dijo.

Yo cogí aire y respondí:

-Si, aquí estoy.

Me acerqué a él muy despacio,T miró a sus amigos, que salieron al pasillo, para dejarnos hablar tranquilamente y para hacer compañía a L.

-¿Cómo estás?- le pregunté. -Vaya susto que nos has dado a todos. - Le besé en la mejilla, intentando hacerle el menor daño posible.Sentí como T cerraba los ojos, agradeciendo mi beso.

-Estoy mucho mejor, los médicos dicen que he mejorado muy rápido. Que bien tenerte aquí. De verdad que te necesitaba.

-He leído tus cartas. Todas. Y no entiendo el porqué. Sólo me quieres cuando estoy lejos.

-Eso no es verdad,- dijo T con una mirada helada.-Me alejé de ti porque las circunstancias no ayudaron a que estuviéramos juntos. Y de repente, pasa un mes desde que me voy y ya estas con alguien. Un mes M. ¿De verdad que en un mes pudiste olvidar todo lo nuestro?

Al escuchar mi nombre saliendo de sus labios, un escalofrío recorrió mi espalda.

- L ha venido conmigo. Esta en el pasillo. No sabe toda nuestra historia. Solamente sabe que me rompiste el corazón, el me ha ayudado mucho. -las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos y a descender por mis mejillas- Te esperé, esperé que picaras en mi puerta y no me dejaras sola. Pero simplemente desapareciste. Así, sin mas. Me rompiste en mil pedazos, y L me ha ayudado a recomponerme. Y ahora tu, que no se que te pasa, tienes que hacer el imbécil y romperte haciendo surf. Y enviarme esas cartas que han vuelto a abrir la brecha que L había cerrado. No sabes lo mal que lo he pasado. En París , cuando me enteré y en ese vuelo interminable leyendo tus cartas. No se cómo he podido aguantar sin deshacerme , yo... - Una angustia exagerada embargó mi cuerpo y mi mente, y comencé a llorar. T me cogió en sus brazos.  Y me abrazó.

- Shh no llores, ven, déjame que te abrace. Ya se que le quieres M, también se que estáis juntos y sois felices,pero ¿Sabes qué? Creo que deberías saberlo. -Me susurró T al oído.

-¿Saber el qué? - respondí.

-Que alguna vez fuiste feliz conmigo.

Me abrazó aún mas fuerte y lloré amargamente en sus brazos. Tenía miedo. A perderle para siempre, al futuro, a la muerte, a no darle a L todo lo que se merecía...

Pero recordad esto: "El miedo siempre está presente, pero aceptarlo te hace mas fuerte".

domingo, 15 de abril de 2012

PARTE 38.NO ME DEJES

No me dejes



...... ¿Nunca habéis sentido esa clase de duda que hace que nada tenga sentido? Esa clase de duda que rompe el corazón y te rompe por dentro.
L y yo estábamos en el avión, mientras él dormía yo me preparaba para leer las cartas que T me había mandado durante ese mes.

Cogí el primer sobre, lo abrí con cuidado y vacié su contenido en la bandeja del asiento. Comencé a leer lo que T me decía:

"te estoy echando mucho de menos" ......."lo siento por todo" ....... "cuando vuelva a París necesito hablar contigo" .....

Bobadas pensé, hasta que leí la posdata: "aunque hagas lo posible por alejarte de mi, te quiero igualmente, como siempre te he querido y siempre te querré".

Me quedé pensando en aquella frase, hasta queme quedé dormida. Horas mas tarde, L me despertó.

-Hemos llegado, -me dijo. - Despierta dormilona.

L me besó dulcemente los labios, y acto seguido, agarré su mano muy fuerte mientras salíamos del avión.

Pensé en T, abatido, en una cama de hospital en un país desconocido, Y me embargó un sentimiento de tristeza.

-No me dejes, - le dije a L.

Y me agarró la mano aún más fuerte. Sentí el calor de su cuerpo y por un instante, y estando tan lejos de París,me sentí como en casa.

miércoles, 11 de abril de 2012

PARTE 37.TAILANDIA

... La pérdida, la desdicha, el dolor, la muerte. Despertarse y no saber donde está. Pensar que se puede haber ido para no volver... Mi cabeza sólo pensaba en T. Sus amigos me habían dicho que había pasado algo, y como la comunicación solamente era posible por carta, no había tenido más noticias.

T y sus amigos sempre elegían un destino, cogían sus tablas de surf y desaparecían una temporada. Lo utilizaban de terapia. Cada vez que a alguno de ellos le pasaba algo. Esta vez, la terapia era para T. Todo estaba pasando por mi culpa.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que, cuando sonó el timbre de mi ático, fue L el que se acercó a la puerta a recoger un paquete que había llegado a mi casa.

El paquete estaba a mi nombre. Y no había remitente. Pero yo sabía perfectamente de quién era.

Al abrirlo, reconocí su letra en los sobres. Esa letra desordenada, que tan complicada era para copiar en el colegio. A simple vista parecían 40 sobres más o menos, pero en realidad eran 29, uno por cada día del mes.

Faltaban dos, las de los días 30 y 31. Había una nota escrita por uno de sus amigos. T había tenido un accidente haciendo surf en Krui, Tailandia, en día 30 por la mañana. Estaba grave, y por esa razón en el paquete había un billete de avión. Su amigo me invitaba a ir. T se había despertado, y solamente preguntaba por mi. Cogí uno de los sobres y lo abrí. Dentro había una carta, con una foto y un poco de lavanda

Me embargó en ese momento un sentimiento de pena, y de dolor. De pérdida y angustia. L me preguntó qué era lo que estaba pasando. Y en ese momento las cartas de T se me cayeron al suelo, y me puse a llorar.

L se levantó de la silla en la que estaba sentado, recogió una de las cartas y la abrió. Miró la firma y empezó a unir hilos. Se dió la vuelta, me miró a la cara. Me quitó las lágrimas y me dijo:

-No te preocupes por nada. Te acompañaré a cualquier parte del mundo. No te dejaré sola. El vuelo sale en dos horas. Vete a hacer la maleta, yo lo prepararé todo.

Y sin más se fue por la puerta de mi ático a su piso, a recoger sus cosas y a sacar su billete. Yo metí las cartas en el bolso, iba a ser un viaje muy largo. Y necesitaría cerca a L...

domingo, 1 de abril de 2012

PARTE 36.ES ASÍ

Es así


...Paseaba con L por la calle cuando me puse a pensar en todo. Mi cumpleaños habia sido excelente. Pero ni T ni J habian dado señales de vida. En realidad, no me importaba en absoluto. Tenia a mi lado a una persona increible. Todo estaba bien. Aunque por mi cabeza se cruzaban los pensamientos. No quería, mejor dicho, no podía perderle. No podía permitir que L se fuera de mi lado. T y J se habían ido de mi vida. Por lo que era mejor no pensar en nada que tuviera que ver con ellos.

En ese mismo instante, sentí un repentino escalofrío. Una brisa primaveral me había dejado fría. L lo notó y me abrazó.

- No te preocupes, -dijo- , se lo que estas pensando y vas a tenerme aquí. No pienso moverme de tu lado.

L me besó, y me susurró un te quiero al oído.

Con eso me bastaba. Por lo que sonreí, y en silencio, le abrace más fuerte. Y seguimos caminando...