Londres era precioso, y ya había conseguido un pequeño apartamento en el centro. Estaba deseando ir a ver a T o que él viniera a verme.
Salí a la calle a dar un paseo con una amiga, pasamos toda la tarde paseando, conociendo Londres.
Volviendo a casa, estaba parada en un semáforo, cuando el autobús rojo se cruzó delante de mi, y a través de los cristales pude ver como había alguien en la otra acera, alguien al que estaba totalmente segura de que no quería ver...