viernes, 29 de marzo de 2013

PARTE 107.JUNTOS

... Parecíamos dos niños de 16 años. Ibamos juntos a la facultad, de compras, hacíamos planes que nunca habíamos hechos. Y no nos cansábamos de estar juntos. Solo pensábamos el uno en el otro. Nada más. Nadie más.

En ese momento estaba en la calle, esperando a L. Tenía miedo. Mucho miedo. Pensaba negativamente, porque aprendía de todo lo que había pasado. Cuando se atisba un rato de felicidad siempre hay alguien que quiere destruirla.

Fue entonces cuando vi que L venía hacia mi.

Todas las dudas desaparecieron. Estaba con L. Eso era todo lo q importaba

PARTE 106.STAY


... No sabía que pensar, no sabía sí llamar a T, perono tenía derecho a nada. Y estaba viviendo en casa de L, así que el podía hacer lo que le diera la gana, pero Anna...

Deja de pensar , y duerme, me dije a mi misma. 

.......

Una semana después, seguía en casa de L. Y la verdad, me sentía sola, muy sola. Necesitaba a alguien a mi lado. L ya no se fijaba en mi como algo más, o al menos eso pensaba yo.

Cuando cenábamos, íbamos a hacer la compra, a tomar una copa. Lo que fuera. L se fijaba en otras chicas, ya que yo le habría dejado claro que no quería nada.

Pero el problema ahora era yo: L había ganado peso y volvía a tener sus esculpidos músculos.

Y yo no hacía más que pensar en el como algo más.

....

Una noche, habíamos estado de copas, pero L ya estaba en su cuarto, y yo en el mío. Y yo no hacia mas que pensar en nosotros, como algo más. Me estaba volviendo loca, necesitaba a alguien a mi lado. A alguien como T. Que siempre me había respetado, aunque yo hubiera dudado de él.

Me levanté rápido de la cama, me mire en el espejo. Llevaba puesto un pijama corto (camiseta de tirantes y pantalon corto), de seda granate de Topshop. Tenía el pelo un poco revuelto, así que me peiné. Estaba muy guapa (todo hay que decirlo).

Así qué salí de mi cuarto poniéndome el batín de seda a juego del pijama, piqué en la puerta de su cuarto, y esperé.

L abrió la puerta, con cara de extrañado, y me dijo:

-¿Estás bien, pasa algo?

Me quedé mirando hacia el, hacia mucho tiempo que quería besarle, pero no sabía como iba a reaccionar él.

L se dio cuenta de lo que yo quería. Y yo me di cuenta de que el también lo deseaba.

Me miro a los ojos, dio un paso hacia mi, me atrajo junto a su cuerpo y me besó. Yo le devolví el beso con unas ganas tremendas. L me cogió en sus cuellos, y cerró la puerta.

Los dos estábamos temblando, de los nervios, la emoción y las ganas que teníamos de estar así.

Me llevo a la cama y me recostó suavemente.

-Te prometo, que nunca te haré daño, y nunca dejare que te vayas de mi lado. Nunca.- Me susurró
Y me besó de una manera pasional, de una manera desconocida para nosotros.

Y después, no dejamos llevar....

....Horas mas tarde, estábamos los dos abrazados, en la cama.

-No te vayas de mi lado, QUEDATE, te haré feliz. -Me dijo mientras me acariciaba la espalda.

Me recosté un poco, le miré a los ojos, le di un beso y le dije:

-Intentémoslo, nos tenemos que dar la oportunidad de ser felices.

-Prométemelo- Dijo L.

-Te lo prometo,- contesté...


domingo, 24 de marzo de 2013

PARTE 105.ELLA OTRA VEZ



... Cuando terminó la película, me despedí de L y subí arriba a darme una ducha. Oí como alguien entraba en mi cuarto.

Así que me sequé un poco el pelo con la toalla, y salí del baño. L estaba sentado en mi cama.

-L, me voy a dormir ya. ¿Qué quieres?

-Tengo que decirte algo.

Espera cinco minutos por favor, me pongo el pijama y me dices lo que quieras.

Cogí el pijama de debajo de la almohada, y entré al baño, me sequé rápido el cuerpo, me puse el pijama (una camiseta grande y una sudadera de cremallera), colgué las toallas y salí del baño. L me miró y sonrió.

-¿Qué pasa?- Le pregunté.

-Nada, estás sexy.

-L, dime que quieres y vete a dormir.

-M, necesito decirte algo. Sabes lo que siento por ti. Sabes que lo he pasado mal estos meses. Y tu me has salvado. Si leyeras mis ideas, pensarías que soy el hombre equivocado. Pero entonces con un gesto haces luz. Tu me das paz en tiempos de guerra. Por eso te pido que te quedes aquí conmigo.

-L, me voy a quedar aquí unos días.

-No, me refiero a que te quedes aquí conmigo siempre. Que vivamos juntos, no quiero que te separes de mi.

L se acercó, me miró directamente a los ojos, y me besó. Yo me separé y le dije:

-No te equivoques, estoy aquí para ayudarte, pero nada más. Yo quiero a T. Y esperaré a que él vuelva. Y así estar juntos.

-Pero M, ¿no lo sabes?

-No se el qué. -Respondí interesada y un poco asustada.

-T está con Anna...

jueves, 21 de marzo de 2013

PARTE 104.LOVE ACTUALLY



... Pasamos horas sentados en aquella mesa, poniéndonos al día de cómo estábamos y por lo que habíamos pasado. L se dio cuenta de que yo estaba enamorada de T, pero eso no quitaba que mirara con esos ojos.

L me ayudó a recoger y después decidimos ver una película. L entró en un cuarto en el que su padre tenía la mayor colección de películas que nunca había visto.

-¿Qué película vas a poner?

-Sorpresa...

Nos sentamos en el sofá, y L me tapó con una manta.

Cuando la película comenzó, no pude hacer otra cosa que reírme.

LOVE ACTUALLY.

Era la época perfecta para ponerla, Navidad y Londres.  Es una de esas películas que siempre tienes a mano cuando estas triste o emocionado por el amor que estas viviendo o tienes ganas de vivir. En mi opinión es una de las mejores reflexiones que se han hecho del amor en la historia del cine. EL AMOR EN TODAS SUS DIMENSIONES, el amor que todos queremos, el amor que todos odiamos, puedes comparar cada relación con cada uno de sus personajes, ¿y quien era L?, tenía toda la película por delante para descubrirlo

miércoles, 20 de marzo de 2013

PARTE 103.LUZ


... Eran aproximadamente las diez de la noche, yo seguía leyendo el libro, pero me había cambiado a un sofá menos cerca de la chimenea porque hacía mucho calor, y fue entonces cuando escuché ruidos arriba. L se había despertado.

Había estado durmiendo unas nueve horas. Era bastante. Cuando L entró al salón no dijo nada, y se sentó a mi lado en el sofá, apoyando su cabeza en mi regazo. Le tapé con una manta y le acaricié el pelo. No estaba preparado para hablar aún. Así que le dejé dormir, y tardo menos de cinco minutos en caer rendido ante los brazos de Morfeo.

Cuando L se despertó solo en su sofá, yo ya había vuelto de mi casa. Había ido a darme una ducha y a coger algunas cosas. Había decidido (sin consultar con L) que iba a pasar algunos días en su casa, hasta que todo volviera a estar en "orden". Cuando volví a su casa, entré con una copia de la llave que había en un tarro de la cocina, y L salió corriendo del salón a mi encuentro.

-Tranquilo, no me voy a ir de momento, -dije mientras dejaba caer la maleta y las bolsas en el suelo del hall.

-Gracias por todo M. De verdad. No se que sería de mi sin ti. Eres la única luz que he conocido en mi vida. Y doy gracias por tenerte en mi vida. Me has salvado, y eso nunca lo olvidaré...

-Sh, ahora calla, es tarde y necesito cenar, no he comido en todo el día.

Y nos sentamos a cenar en la mesa del comedor y a charlar sobre todo lo que nuestras vidas habían cambiado menos de un año...


PARTE 102.NO TE MUEVAS



... Comencé a desvestir a L, le quité el jersey, luego la camiseta. Me quedé impactada estaba delgadísimo, no quedaba ni un músculo de los que solía tener. Le desabroché el cinturón, luego los pantalones, L me miró, pero con cara de agradecimiento, cinco minutos mas tarde L estaba sentado en la bañera, mientras yo le enjabonaba la espalda de rodillas fuera de la bañera.

Le lavé el pelo, y cuando se lo aclaré, le ayudé a ponerse de pie. Le recubrí con la toalla y le senté en una silla que había en el baño. Le di su ropa interior y una camiseta que yo le había comprado tiempo atrás. L seguía sin reaccionar, se vistió despacio y se volvió a sentar despacio.

-Te voy a cortar el pelo. No te muevas.

Cogí unas tijeras y le comencé a cortarle el pelo, no me resultó difícil porque ya lo había hecho otras veces, así que cuando terminé, me puse a afeitarle la barba.

L no se movió en ningún momento, y cuando terminé, me miró, y unas lágrimas comenzaron a deslizarse por su mejilla, le ayudé a levantarse, y le acompañé hasta la cama. Le tapé bien con la sabana y le di un beso en la frente. L hizo un amago de sonrisa y cerró los ojos. Yo salí del cuarto después de recogerlo todo un poco.

Bajé al salón y lo recogí todo, en el suelo había muchísimas fotos de su hermana. Seguí recogiendo todo un poco, y cuando estaba todos más o menos limpio y recogido escribí una nota por si L se despertaba y me fui a hacer la compra. Compré comida suficiente para subsistir una semana y llevé toda su ropa sucia a la lavandería.

Cuando volví a su casa, L seguía durmiendo, así que hice algo de cena por si se despertaba.

Cuando terminé, encendí la chimenea, cogí un libro de la estantería para leer un rato. Y esperé hasta que L se despertara...

PARTE 101.BAÑO


... La casa estaba echa un asco, llena de papeles, de platos sin limpiar. Debía de ser una casa muy bonita, en el piso de abajo había una cocina, un salón, un comedor y un baño. Estaba todo hecho un desastre. Se notaba que nadie había limpiado en días. Y L estaba hecho un desastre también.

Cuando llegué al salón L se había sentado en una gran butaca frente a una chimenea. Realmente necesitaba ayuda, tenía una botella en la mano, y bebía whisky a morro, como si fuera agua.

Decidí que había que actuar rápido.

-¿Hace cuánto que no duermes? - Le pregunté.

-No lo se.

(Eso es mucho, pensé.)

-¿Dónde está el baño?

-Hay uno aquí abajo, y otro arriba.

-Vale.

Subí las escaleras, estaba todo desordenado, entré en su cuarto y saqué algo de ropa limpia, fui al baño, puse el tapón y abrí el grifo de la bañera. Mientras el agua corría, preparé unas toallas. El primer paso era que L se bañara y se afeitara.

Bajé al salón, cogí a L de la mano.

-Ven conmigo.

Le guié hasta el cuarto de baño. L estaba débil, muy débil. Había hecho bien en ir. Yo era la encargada de hacer que L volviera a ser L...

martes, 19 de marzo de 2013

PARTE 100.UN MES DESPUÉS



... Había pasado un mes desde que me fuera de NY. Había hablado con L varias veces desde aquel día. Él había vuelto a Londres varios días atrás.  Yo ya estaba en Londres, había aceptado el trabajo en NY, y comenzaría a trabajar en octubre.

"-Prométeme que no me vas a dejar solo, prométeme que estarás conmigo", me había dicho L. Yo tenía que quedar con él algún día, se lo había prometido. Así que le llamé.

Le propuse quedar en algún sitio (ya sabéis, por si acaso, que una no es de piedra), pero le noté muy  triste por teléfono. Me dijo que daba igual, que ya nos veríamos en otro momento.

Así que le pedí la dirección y fui a su casa.

L vivía en un piso en una zona muy muy buena de Londres, en un edificio antiguo , L tenía un adosado de tres pisos, que era de su familia.

Llamé al timbre y esperé a que alguien respondiera.

Silencio.

Volví a llamar, esperé y L abrió al fin la puerta. En mi vida, había visto un cambio tan pronunciado y exagerado en alguien, y en tan solo un mes.

L tenía una descuidada barba, el pelo más largo de lo que él solía tener, y unas pronunciadas ojeras que le hacían casi irreconocible. Olía a alcohol y a tabaco.

-L, que has hecho...

Él simplemente se dio la vuelta, caminó hacia el fondo del pasillo de su casa, yo entré y cerré la puerta...


lunes, 18 de marzo de 2013

PARTE 99.NO ME DEJES SOLO


... La sala estaba hasta arriba de gente, y mi mirada sólo buscaba a L. Por mas que mirara sólo veía caras de desconocidos. Estaba nerviosa, no sabía que decir, y no sabía como iba a reaccionar L. De pronto vi a Phillip, que me hizo un gesto con la mirada y movió la cabeza señalando dónde se encontraba L. Seguí esa dirección, hasta que vi a un grupo de gente rodeando a L. Estaban Phillip, que se acababa de unir, sus amigos de la facultad, Anna, y sus amigos del colegio. 

Cuando me vio, L se puso de pie, y se acercó a mi caminando a paso ligero, tenía la cara desencajada por el dolor de la pérdida de su hermana. Al principio, creí que me iba a echar o se iba a enfadar conmigo. Pero cuando estaba a un metro de mi, L se quedó parado , sin moverse, mirándome con ojos rotos, sin vida. Le abracé fuerte, y el comenzó a llorar, devolviendo el abrazo.

-Todo va a estar bien, todo va a estar bien- Le dije mientras le abrazaba y le acariciaba el pelo. - Estoy aquí, tranquilo.

-M... yo , ayer, mi hermana...-L no conseguía decir nada con sentido. Phillip se acercó a nosotros y nos sacó fuera de esa sala, para que pudiéramos hablar sin todos esos ojos mirándonos.

Phillip nos metió en un cuarto en el que casi no había muebles. Una mesa, unas sillas, un jarrón y un cenicero.

Saqué dos cigarrillos, al ver que L no podía decir nada. Le ofrecí uno, el lo cogió y esperó a que yo le ofreciera el mechero. Encendió el cigarrillo y se quedó en silencio.

Lo que estaba viendo en ese momento era la imagen más desesperanzada que había visto nunca. Me entraron ganas de llorar, pero no quería que  L me viera así. Me levanté y me acerqué a la ventana. NY atardecía bajo nuestros pies. Pensé en qué poder decirle. Cogí aire, me di la vuelta, vi que no me miraba, así que le dije:

-L.

Él levantó la vista, me miró y entonces continué:

-Esto es una mierda, lo sé, y se que no tengo derecho a estar aquí, después de todo lo que te dije en esa fiesta. Pero necesitaba verte, y ver como estabas, ver si podía hacer algo. Dime lo que quieras y lo haré, lo haré por ti.

-No quiero que me dejes solo. Quiero que te quedes a mi lado. Hoy al menos. No quiero estar rodado de tanta gente si tú no estás a mi lado.

Me acerqué a L, esperé a mirarle antes de darle un abrazo. L comenzó a llorar. Dejé de abrazarle, le sonreí y le dije:

-Tranquilo. Estoy aquí, contigo. Me quedaré contigo...


PARTE 98.CLIC



... Me desperté en el hotel, tenía que prepararme para ir a la entrevista de trabajo. Me trajeron el desayuno al cuarto, y con él varios periódicos. En muchos de ellos se repetía la noticia: "Muere a los 21 años la hija de la conocida familia Neoyorquina en un accidente de coche".

Se me atragantó todo el desayuno. Joder, L. Su hermana. Si sólo era una niña.

¿Qué debía de hacer? En el periódico no salía escrita ninguna dirección . Estaba claro que L no me quería allí, pero después de cómo me había portado, no estaría de más ir a darle un abrazo.

Así que llamé a Phillip, el amigo de L.

-... ¿M?... ¿Eres tu? -Preguntó Phillip al otro lado del teléfono.

-Phillip, estoy en NY para una entrevista de trabajo, y me acabo de enterar. Si pudiera escaparme me gustaría ver a L para ir a darle un abrazo, ¿me podrías dar la dirección?

-Te la mando ahora por mensaje, le va a hacer mucha ilusión que vayas, intenta ir, de verdad.

-La verdad Phillip, no creo que quiera verme, después de todo lo que nos hemos dicho.- Dije.

-Tu intentalo M, me tengo que ir, espero verte a las 6.... -clic- y colgó.

Me vestí para la entrevista de trabajo. Cogí un taxi y entré en el edificio donde estaban las oficinas.

Cuando salí una hora después, me fui a comprarme algo de ropa para poder ir a ver a L. Volví al hotel y me cambié, llamé a un taxi y me fui a la dirección que Phillip me dio. Cuando entré en la sala, había muchísimas personas. No iba a encontrar a L nunca...

PARTE 97.AL FIN DE AL CABO



... Imaginaos la situación: L, yo y 8 horas de vuelo por delante.

-M, ¿que haces aquí?

Buff, no quería ni contestar. Quería irme de allí, quería irme de aquel avión. Me daba igual la entrevista, me daba igual NY, lo único que quería era irme de allí. Irme lo más lejos posible.

-Tengo una entrevista de trabajo.

-Qué bien M, me alegro mucho por ti.

Y se quedó callado. Raro para L. Algo pasaba. Tenía cara de cansado, como si hubieran pasado un camión por encima de él. Eso pensaba, algo le tenía que pasar para que estuviera así de seco conmigo y para que tuviera esos ojos. No le di importancia. L se puso a hablar por el móvil, y yo continué leyendo. Pasada una hora, noté que L me miraba, pero intenté disimular lo máximo posible.

L estuvo mensajeando a alguien durante otra hora mas. Seguro, seguro que estaba pasando algo.
Cuando ya no pude aguantar más le pregunte:

-Oye L, ¿pasa algo? Tienes una cara horrible y no paras con el puñetero teléfono. ¿Qué está pasando?

-M, estoy en este avión porque mi hermana ha tenido un accidente. No me apetece hablar de ello, estoy demasiado preocupado, y no quiero tu pena. Porque me pareces una niña malcriada que va de aquí para allá preocupándose sólo por si misma. Y ya se que no te importo nada, así que déjame en paz. Por favor.

-Pero L...

-M, he dicho que ya basta. Me has echado de tu vida. No quiero que te preocupes por mi.

Horas más tarde habíamos aterrizado. L se levantó rápido, me miró y se fue.

Me sentí fatal. Horrible. Cogí un taxi y me fui a la entrevista. Después me fui a Central park, me senté en el banco en el que había estado con T meses antes.

No tenía nada. Sólo encuentros no buscados con L, que no nos hacían más que daño. Que mal.

Me levanté y caminé, al fin de al cabo L no tenía nada de culpa en esto...

domingo, 17 de marzo de 2013

PARTE 96.LOS DÍAS PASAN



... Los días iban pasando, yo me centraba en estudiar y enviar mi curriculum de estudio y prácticas a todas las empresas que me interesaban.

Un día estaba camino a un bar cuando sonó el teléfono. Estaba con algunos compañeros de clase, y tras media hora de conversación, colgué. Uno de ellos me preguntó que con quién había hablado.

-Me han ofrecido un puesto en NY cuando termine los estudios, en una empresa que me interesa mucho. Me pagan el vuelo la semana que viene para que vaya tres días.

-¡Felicidades M!-Dijeron todos.

Yo no estaba tan contenta, tendría que volver a NY. Peor no pensaba dejar una oportunidad así solo por una rabieta de enamorados.

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Ese fin de semana salimos todos juntos a un bar que habían abierto hace poco. Bebimos durante toda la noche, y perdí la noción del tiempo. A la cuarta copa, me empecé a sentir realmente los efectos del alcohol, lo que provocó que me pusiera realmente triste por todo lo que estaba pasando. Marqué el número de T desde el móvil de un amigo. Cuando Anna respondió por la otra línea no dije nada y colgué el teléfono, sentí tanto odio que quise ir a NY en ese momento y lanzarle un millón de copas a la cabeza.

Pero no, estaba en Londres, sola, mientras T disfrutaba la compañía de Anna...



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Los días pasaron, y una semana después estaba en  Heathrow, esperando para embarcar en un vuelo que la empresa interesada en mi me pagaba. Cuando me senté en el avión comencé a ojear una revista. La gente pasaba, y el avión se iba llenando, cuando estaban cerrando las puertas, vi que estaban casi todos , (por no decir todos) los huecos ocupados, menos el que tenía a mi lado. "Que bien", pensé, será un vuelo tranquilo sin nadie molesto a mi lado.

Pero de repente, las azafatas que estaban cerrando las puertas, dejaron pasar a alguien más. Yo seguí leyendo mi revista, pensando que ese alguien no ocuparía el asiento contiguo al mío.

Pero si, si lo hizo, y cuando le vi pensé que definitivamente el karma era un cabrón.







PARTE 95.POR FAVOR



...Escuché un ruido a unos cuatro metros de mi. No me giré. No tuve que hacerlo. Sabía perfectamente quién era. Sabía también que tarde o temprano tendría escucharle. No iba a escapar toda mi vida de él.

Seguí fumando mirando al frente. Esperando que L hiciera algo.

Escuché los pasos acercarse, detrás de mi. Cuando ya estaba muy cerca, se quedó parado de pie. Solamente escuchábamos nuestra respiración.

Escuché el sonido de un mechero. Silencio.

Pasaron unos minutos, y volví a escuchar pasos. L se acercó hasta la fuente que había delante nuestro. Y me dio la espalda. Cuando se giró me miró con unos ojos diferentes. No me reconocía. Yo había cambiado mucho en esos últimos meses, desde que lo dejamos, pero más aún desde que había vuelto de NY. Estaba más delgada, tenía el pelo mas largo, y además esa noche llevaba mi vestido, mi peinado y mi maquillaje espectaculares.

Cuando por fin cogió aire me dijo:

-M. Te llevo buscando mucho tiempo. Escapaste en un taxi cuando me viste. Necesitaba hablar contigo, no me coges las llamadas ni me respondes los mensajes. Se que has estado en NY con T, y con mis amigos.

El simple hecho de escuchar su nombre, (y más dicho por L), me puso nerviosa. "Tranquila M", pensé. L continuó hablando:

-Ya se que estás con él y no quieres acercarte a mi. Pero tienes que dejar que me explique, que te explique todo lo que pasó, porque no es todo verdad. Lo primero tengo que decirte que si quede con Anna en NY, quedé con ella porque necesitaba la ayuda de un amigo. M. Te quise como nunca quise a nadie, y me odio por todo lo que pasó por todo el daño que te hice. Lo siento, lo siento muchísimo. -Me dijo con ojos llorosos.

Ya había escuchado y visto demasiado, L aún no sabía que yo llevaba sola 2 meses. Intenté que no se me notara en la cara. Así que miré el móvil, y vi que Danielle me llamaba. Respondí, le dije que me esperara, que en cinco minutos me reuniría con ella. Miré a L y le dije:

-Cuando estuve en NY estuve con T, pero también con tus amigos. Ellos me explicaron todo. Me dijeron que no habías hecho nada con Anna, y que sólo me querías a mi. Que me respetaste, y que yo te había juzgado demasiado rápido y sin saber.

-¿Qué quieres decir con eso?- Me preguntó L esperanzado.

-Pues con eso quiero decir que te perdono, pero que no quiero saber nada más. Me da igual. A partir de hoy no pensaré más en Anna y en ti, pero no quiero tenerte cerca, me has visto hoy, y espero no tener que volverme a cruzar contigo. No quiero que me busques, no quiero que me llames, no quiero que me escribas. T ya no está conmigo. Estoy sola, pero eso no quiere decir que necesite a nadie ahora. Y menos a ti. No pude aguantar más esta situación. -Comenzaron a caer lágrimas las mejillas de L, y mis ojos se llenaron de lagrimas.

-M, por favor...

-No, lo siento de veras, pero ahora me tengo que ir.

Me acerqué a L muy rápido le di un beso en la mejilla y cuando me estaba yendo, el me cogió del brazo, y sollozando repitió:

-M, por favor...

Yo le miré a los ojos, esos ojos agónicos en los que tantas veces me había visto reflejada. Sentí el impulso de abrazarle, y quedarme con él toda la noche, volver a su casa en su coche rojo, escuchando alguna canción que nos recordara a tiempos mejores. NO, me dije, se fuerte. Es el momento de dejarle ir.

-Adiós L,- le dije, y me fui, sabiendo que antes o después nos volveríamos a encontrar...












PARTE 94.¿SOLA?



... Dejé la copa en la barra, cogí mi bolso y me fui hacia la puerta del salón, cuando llegué miré hacia atrás. Perfecto me dije, alguien había parado a L para saludarle. Cogí el teléfono y escribí a Danielle:

"Ve voy, L está aquí, mañana hablamos."

"Hoy encontrarás al hombre de tu vida", me había dicho Danielle unas horas antes.

Bajé corriendo las escaleras, y salí al gran jardín que rodeaba el palacio donde se celebraba la gala. Caminé por el jardín. Si llamaba a un taxi tendría que esperar al menos una hora. No había traído coche. Así que me senté en unos escalones que rodeaban la fuente. Saqué un cigarrillo. Y esperé. Allí estaba segura. Sola. Nadie me molestaría. Al menos eso pensaba...



sábado, 16 de marzo de 2013

PARTE 93.HOY ENCONTRARÁS AL HOMBRE DE TU VIDA


... Danielle y yo llevábamos preparándonos media hora. Cuando terminé de maquillarme me mire al espejo, estaba guapísima (imaginados cuanto para que yo lo diga). Llevaba un vestido largo de seda, de color verde esmeralda, con la espalda al aire, el peinado y el maquillaje no hacían más que mejorar el conjunto. Danielle se quedó con la boca abierta y  me dijo:

-Hoy encontrarás al hombre de tu vida.

....

Unas horas más tarde estábamos con unos amigos en un gran salón, rodeada de gente importante y atractiva. Todas las mujeres con unos vestidos impresionantes y tacones de infarto, los hombres, de impoluto esmoquin. No tenía nada que envidiar del resto, al menos no esa noche.

Yo estaba sentada en una silla, rodeada de mis amigos y más personas a las que había conocido en la gala.

Había terminado mi copa, y un tal Robert, un conocido de Danielle me ofreció una.

-Muchas gracias,- respondí amablemente,- pero me voy a levantar yo si no te importa.

Me levanté de la silla, caminé hacia la barra en forma de U, de manera que los camareros me separaban de más gente al otro lado de la barra.

-Un gin-tonic,- dije en perfecto inglés.

Mientras el camarero me servía la copa, levanté la vista. Y crucé la mirada con él.

Mierda.

¿Qué le había hecho yo a nadie para que me pasara esto?

L conversaba animadamente con un grupo de impresionantes chicas que se morían por el (se podía ver a simple vista).

No supe que hacer, hasta que el camarero me trajo mi copa.

Le di un trago largo, algo fuera de todas las normas de educación que reinaban en ese gran salón, y miré a L, mientras se acercaba a mi...


PARTE 92.BAILE

...Habían pasado 2 meses desde mi viaje a NY. Había viajado con mis compañeros de clase por el Reino Unido. Danielle, mi amiga francesa se había pasado los quince días tratando de animarme. Y ahora que habíamos vuelto a Londres trataba de sacarme de casa lo máximo posible.

Era viernes. Estaba en casa metida en la cama, y Danielle estaba revolviendo entre mis libros para leerse alguno. La llamaron por teléfono, y cuando colgó entró corriendo a mi cuarto.

-Ei! Despierta, levántate. Nos vamos de compras. -Dijo

-¿Porqué?

-Nos vamos hoy a un baile. Exigen etiqueta. Es una gala importante.

-No quiero ir.- Dije mientras me cubría con las sábanas.


....


Cuatro horas más tarde estaba entrando por la puerta de mi casa con un vestidazo para esa noche...

lunes, 11 de marzo de 2013

PARTE 91.SOLA

...Estaba en Londres, el viaje en avión había sido largo y aburrido. Tenía unas ganas enormes de llorar. Pero estaba cansada, y mi corazón ya no sentía nada. Ni alegría, ni tristeza. Nada. Era un corazón cansado y agotado.

Dejé las maletas en casa, cogí las llaves, el tabaco, y me fui a pasear. No quería dormir aún. 

Estaba paseando por Hyde Park, cuando una sensación abrumadora se apoderó de mi. Volvía a estar sola. Y esta vez en Londres. Con la única compañía de varios amigos y L, que siempre estaba rondando.

Volvía a estar perdida. No sabía cuál era el siguiente paso.

Di la vuelta y comencé el camino a casa. Ya pensaría algo, me dije...

viernes, 8 de marzo de 2013

PARTE 90.LA DESPEDIDA



...Quedaban 15 minutos para embarcar.

-No te vayas. -Me dijo T.

-Sabes que tengo que volver.

-No quiero separarme de ti. No quiero que te vayas. No quiero que esto se acabe. No quiero que la distancia nos separe. No quiero perderte.

-T, tengo que coger ese avión. No empeores las cosas. Por favor.

Nos quedamos en silencio, mirándonos a los ojos. Una lágrima solitaria se colocó en el ojo de T, y yo me uní.

No dijimos nada. Simplemente el apretó mas fuerte mi mano, escribiendo tres puntos suspensivos a nuestra historia, en cambio, yo solté mi mano y borré dos...



miércoles, 6 de marzo de 2013

PARTE 89.JUNTOS


...Y tal como me había imaginado, la semana, NUESTRA semana en NY había pasado volando. T y yo disfrutamos al máximo el uno del otro. Sin Annas ni Ls. Sin problemas.

Tenía que coger el vuelo de vuelta a las 7 de la tarde, así que esa misma mañana me levanté pronto para hacer las últimas compras. Cuando llegué a casa, vi por primera vez en los ojos de T cierta tristeza. Cuando yo estaba terminando la maleta para irme, decidí preguntare a T qué le pasaba.

-¿Qué te pasa?- Le pregunté.

Sus enormes ojos color avellana me enfocaron, y yo le miré.

Pero yo sabía perfectamente lo que estaba escondido en su mirada en ese mismo momento.

T cogió aire y dijo:

-No quiero que te vayas.  Porque después de esta semana juntos, no podré volver a separarme de ti durante tres meses. Yo no te dejaría nunca, jamás te haría daño y  jamás dejaría de quererte. Pero ambos sabemos, que no podremos volver a pasar tanto tiempo separados.

Yo me quedé callada, sabia y pensaba igual que él, que lo nuestro no podría durar más tiempo si estábamos separados. T continuó:

-Sabes que en un año estaremos JUNTOS de nuevo. Estamos destinados a estar juntos, hemos pasado por muchas cosas, y nos querremos siempre. Pero es mejor que esto se termine ahora.

T se quedó callado y me miró.

-¿No vas a decir nada?- Me dijo.

-Me tengo que ir al aeropuerto. Acompáñame.

Y 15 minutos mas tarde, estábamos en un taxi, dirección al aeropuerto, en silencio, sin decir nada, pero cogidos de la mano. Intentando que el momento que sabíamos que iba a llegar en unos minutos no llegara...