PARTE 79.FIN (hasta pronto)

Cada historia de amor tiene un comienzo, pero también un final. Por eso, dejo aparcada esta historia. J, T y L son la imagen idealizada de los tres amores de mi vida: J, egoísta y dañino; T, el verdadero amor de mi vida, reservado, pero dulce, y finalmente L, esa persona que en un principio me sacó del abismo para luego enterrarme en él.

Los tres han pasado por mi vida dejando huella. La han puesto patas arriba, y me han ayudado a entender que el amor es sin duda el regalo más grande que un ser humano puede recibir.

Sin amor, nada tiene sentido. Y por eso comencé a escribir la historia en este blog, que empezó siendo una forma de desahogo, para terminar siendo un diario con pequeñas historias.

A vosotros, los que habéis seguido los amores y desamores de M, quería daros las gracias.

Por que nunca habrá un final de los finales, y espero que dentro de poco tiempo, pueda retomar a mis queridos T, L y J.

Mientras tanto, os dejo con el alma de este blog, con el alma de LEAVE ME ALONE.SOLO POR TI. Mis pequeñas reflexiones diarias, que espero os ayuden tanto como lo hacen a mi.

Así que sin más me despido de M, de T, de J y  de L. Espero que vuelvan pronto. Queda mucho por contar,


                                                                                                                   A.R.C
                                                                                                                LEAVE ME ALONE.SOLO POR TI

PARTE 78.VUELTA A CASA.

... T y yo habíamos hecho las maletas, habíamos dejado la casa de T, y nos disponíamos a ir al aeropuerto.

Dimos un último paseo por París, por nuestros rincones favoritos.

El  llegar a España, y pasar el tiempo separados hizo que T y yo nos diéramos cuenta de que verdad nos queríamos. Por lo que planeamos un viaje juntos antes de que T se fuera a NY y yo me fuera a Londres.

...

Una semana después, T y yo estábamos en el porche de una casa que habíamos alquilado cerca de nuestra playa. Todo olía a flores, aunque era verano. Esas flores rosas parecidas a las de los cerezos estaban por todos lados.

Estábamos tomando una cerveza en la terraza, al atardecer. Nos miramos, a los ojos, con una mirada que lo dijo todo. Sentí como todo cobró sentido en ese momento.


T se sentó a mi lado y me abrazó. Y juntos contemplamos cómo el sol se escondía en el horizonte, llevándose un precioso día con él.

Era la primera vez en mi vida que me imaginaba un futuro junto a alguien. ¿Cuánto aguantaría con T? Mi mente y mi corazón me decían que mucho, pero cuando le miré a los ojos de nuevo pude comprobar que esta vez T tenía razón. SERÍAMOS ETERNOS...

PARTE 77.TE PERDONO.

... Allí estaba L, de pie, detrás de la puerta, mirándome fijamente a los ojos.

-M...- dijo. -Pasa, ¿quieres tomar algo?

Yo negué con la cabeza. Y L continuó hablando.

-Así que ¿estáis juntos?

-Si.

Se creó un silencio en la habitación que podía cortarse con la más pequeñas de las sonrisas.

Respiré hondamente y entonces dije:

-Quería venir para zanjar el tema, me fui corriendo de tu casa la última vez que estuve aquí. Vengo para despedirme. Para desaparecer de tu vida definitivamente. Pero antes quería decirte que te perdono. Te perdono L, por todo lo que fuimos, por todo lo que te quise y por todo lo que tu me quisiste. Se que las personas pueden cometer errores, tu lo has hecho. -Pude ver cómo los ojos se le iluminaban, se acercó a mi y me miró a los ojos, entonces me di cuenta de sus intenciones. -Pero no te equivoques, el perdonarte no significa que vaya a haber ningún tipo de relación entre nosotros.

-M...

-No, L, déjame hablar. Podría hacer lo que mi corazón dice que haga, odiarte el resto de mi vida, hacer que vivas con el peso de lo que me has hecho eternamente. Pero mi cabeza no deja que te sientas así. T me ha protegido todo este tiempo, ha cuidado de mi, y como tu hiciste en un principio, me ha recompuesto. Por eso me iré ahora mismo. Por que a cada paso que doy, me doy mas cuenta de lo fuera que estas en mi vida. Así que me voy.

Nos pusimos de pie. Para despedirnos. L puso su mano en mi brazo, y  me dijo:

-De verdad que lo siento M, sabes que te quiero, te quiero tanto que mi corazón se desgarra cada vez que me miras. Entiendo tu posición. Pero no quiero que te vayas de mi lado.

-Es lo único que puedo hacer. Mucha suerte con tu vida L, de verdad.

Le quite la mano de mi brazo, el la apretó fuerte, como evitando , que yo me alejara.

-Tengo que irme.

Y salí de su casa, bajé las escaleras del edificio y salí a la calle. Cuando alcé la vista a la acera de enfrente, allí estaba T. Esperándome. Cruce corriendo, y le besé. T no me preguntó que tal me había ido, porque se lo imaginaba. Simplemente me abrazó, me besó la frente, y comenzamos a caminar...