lunes, 20 de octubre de 2014

PARTE 150. LA ESPERA

...Eran las 4 de la mañana. Me acababa de despertar sobresaltada, pero no recordaba mi sueño. Tuve que pararme a pensar dónde estaba. En París en París. No pude dejar de acordarme de L. Le había mentido, no me hospedaba en un hotel cerca del Louvre. Estaba pasando la noche en un hotel muy cerca del apartamento que los padres de L tenían en París. No quería verle hasta no arreglar todo antes. Pero sabía que me necesitaba, y aunque L fuera el causante de todo el dolor sufrido en los últimos meses, no podía dejarle solo.

Me acerqué a la cama, cogí mi teléfono móvil y comprobé que no tenía ninguna llamada de teléfono suya. No me sabía su número. No podía contactar con él. Así que me metí en la cama, cerré los ojos y deseé con todas mis fuerzas que L diera señales de vida antes de irme de París.


* * * *

8 Horas más tarde.

Acababa de salir del café donde me había encontrado con mis amigos con los que había quedado. Me dirigí al hotel a terminar de hacer las maletas, ya que mi avión salía por la noche.

Ya eran las dos de la tarde y seguía sin tener noticias de L, así que salí a la calle y fui al café donde L me había invitado a tomar algo la primera vez que nos vimos.


Me senté en una mesa pegada al escaparate, de manera que podía observar todo lo que ocurría en la calle. Puse el móvil encima de la mesa, esperando la llamada o el mensaje que me permitiera ver a L. Mi deseo se cumplió cuando a las 4 de la tarde, el teléfono empezó a sonar…

martes, 8 de abril de 2014

PARTE 149.YA NO SOY



… Caminamos por París durante horas, me estuvo contando todo lo que había pasado en su vida. Desde que se enteró de la enfermedad de su madre. Hasta el día presente. Me había explicado muchas cosas en las cartas. Pero yo tenía muchas preguntas.

-¿Dónde duermes hoy?- me preguntó L.

-En un hotel cerca del Louvre. Pero puedo ir sola, me tengo que ir ya. Mañana tengo que ir a ver a algunos amigos, y por la noche vuelvo a NY, que no puedo perder más días de trabajo.

-Quédate conmigo, estoy en casa, solo. Y te necesito.

Sus ojos eran de súplica. Pero yo necesitaba aclarar mis ideas después de tanto tiempo.

-No L, lo siento, pero necesito tiempo para mi, para pensar. Me voy a ir ya. Si quieres volver a NY conmigo mañana.

-Vale, pero M...- me dijo y dejó de caminar.

-Que.- Respondí,

-¿Sabes lo que pensé cuando te conocí? Que eras un misterio que nunca iba a resolver. Incluso ahora, después de conocerte, haber estado contigo, y haberte perdido por un tiempo, aún me asombra la profundidad de tu fortaleza de tu corazón.

-¿Sabes lo que yo pienso?- Le pregunté.

-Dime.

-Yo creía que me querías. Creía que no me dejabas ir contigo para que yo no volviera a sufrir. Pero sufrí mucho más contigo lejos, a miles de km de distancia. Y de repente, desapareces de mi vida por completo, y me dejas tirada. Y llego a NY y todo me recuerda a ti. Y tu no estás conmigo, sino que estás con una enfermera del hospital. Y yo noto mi corazón roto. Ya no siento. Ya no soy yo.

-Lo siento M. Te lo diré mil veces si quieres, pero es verdad que te necesito. Que me fui a EEUU sin tener nada claro sobre mi futuro, y queriendo protegerte. Pero Chiara se metió en mi vida de repente. Y se convirtió en mi poyo allí.

-Pero L, YO QUISE SER TU APOYO, estar contigo, pero me echaste de tu vida, me bloqueaste de todos los sitios posibles. Cerraste tu vida para mi. Me cerraste tu vida sin importarte nada cómo estuviera yo. No te preocupaste por mi. No me llamaste para explicarme nada. Sólo tenía noticias tuyas por la prensa. Y de repente. BUM, compromiso. Con una chica con la que llevabas menos de cinco meses. Y todo el mundo hablaba. Y todo el mundo me preguntaba que qué tal iba todo. Y no sabia que responder. Porque ellos sabían más de como te iba todo que yo.

Sentía una rabia enorme. Así que me callé. Y le dije:

-L, me voy, tengo que ver a unas amigas. Mañana si quieres venir conmigo avísame, este es mi nuevo número de teléfono. Hasta luego.

Me di la vuelta para parar un taxi, cuando L me agarró de la mano.

-M… espera no me dejes así tenemos que hablar, tengo que explicarte muchas cosas…

-No. Se terminó por hoy. Hasta mañana.

Me di la vuelta, crucé la calle corriendo y cogí un taxi. No le di un beso. No podía soportar estar cerca de L sin tocarle, sin besarle… Le necesitaba. Pero antes teníamos que poner todo lo que había pasado encima de la mesa. Y arreglar esta situación que lo único que hacía era consumirnos a los dos...


miércoles, 2 de abril de 2014

PARTE 148.ESTOY AQUÍ


… L no me dijo nada. Esperó a que yo hablara. Pero no supe que decir. Tenía un millón de cosas que decirle, pero de mi boca no salió ni una sola palabra.

Nos miramos durante un largo rato, hasta que L se puso de pie y se acercó a mi-

-Necesitaba verte. Te he echado de menos,- me dijo L.

-Yo también necesitaba verte. - Le miré y en ese momento una parte de mi supo que volvía a ser yo. Junto a L volvía a ser yo.

-Tengo mucho que explicarte, por eso vine a París. Para pensar sobre mi vida. He estado atrapado en este banco, recordando mi vieja vida. Intentando sentirme como yo mismo, otra vez. Y ahora quiero ser yo de nuevo. Estoy preparado para recuperarme y ser el L que solía ser. Me perdí a mi mismo por un momento, M. Pero ahora estoy listo para recuperarme.- Dijo L.

En ese momento los dos volvimos a quedarnos en silencio. Mirándonos a los ojos. Una lagrima salió del ojo de L y resbaló por su mejilla.

Su cuerpo comenzó a convulsionarse y L empezó a llorar.

Yo di dos pasos y le abracé, mientras L lloraba en mis brazos.

-Perdón, perdón, perdóname. - Dijo L.

-Shh, no llores L, estoy contigo, estoy aquí...


viernes, 28 de marzo de 2014

PARTE 147.ATARDECER



… Llegué a París cuando estaba por la tarde. Dejé las maletas en un hotel cerca del Louvre, y bajé corriendo a la calle a parar un taxi. Fui a casa de L, pero no estaba. Así que bajé a la calle y cogí otro taxi. 

-¿A donde la llevo?- me dijo el taxista.

Me quedé pensando la respuesta un minuto. El sitio favorito de L… Ya lo sabía, claro que lo sabía. Siempre iba allí para ver atardecer, cuando quería pensar. Y estaba atardeciendo.

Todavía había luz cuando el taxi paró en la rivera del Sena.

Camine cinco minutos cuando a lo lejos, divisé a L. Estaba sentado en un banco, leyendo un libro o un diario. Me paré para coger aire. 

"No seas idiota", pensé. Lo único que quería en ese momento era verle, y le tenía ahí, ante mis ojos, después de tanto tiempo.

Me acerqué con paso decidido a L. Y cuando le tenía a dos metros, él levantó la vista y me miró. 

Su cara se descolocó. Y no dijo nada. Se quedó callado. Mirándome.

-Hola L,- dije...



domingo, 23 de marzo de 2014

PARTE 146.PHILLIP



… L me quería, me quería… Eso es lo que yo había sacado de aquella carta y de todo lo que decía.

"Cuando te dejé, necesitaba que entendieras que yo te quería. No me fui a EEUU dejándote atrás, me fui a EEUU pensando en ti, no esperaba que vinieras, y no lo hiciste, no te puedo recriminar nada, pero Chiara estuvo allí, fue luz en la oscuridad en esos tiempos, y cubrí con ella el vacío que tu dejaste…"

No me podía creer que utilizara el vacío que yo dejé para liarse con otra. Y no solo eso, sino que no perdió su tiempo en prometerse con ella.

"Te quiero, muchísimo y te necesito a mi lado…"

Me costó mucho tratar de entenderle. Y no lo hice hasta que marque el número de Phillip, el amigo de L.

-¿Si?

-Philip, soy M. La nov….la amiga de L. Necesito que me digas si L me sigue queriendo, porque no acudió a su boda…

-M, no te puedo decir nada. L me dijo que necesitaba tiempo y que necesitaba tiempo para pensar. Lo único que te puedo decir es que Chiara es más lista de lo que parece, y que se metió de lleno en su vida, controlando todo, hasta destrozarle.

-Vale pues dime dónde está necesito verle.

-Sabes que no puedo decirte nada M…

-Entonces dame su número de teléfono, se que está en París.

-¿Cómo lo sabes?

-Porque le conozco.

-No puedo darte su número M, aunque seas tu. -Me dijo.

-No te preocupes, solo necesitaba saber seguro si estaba en París, y ya me has respondido. Gracias Phillip.

-Pero…

No le dejé terminar, colgué el teléfono y miré hacia A.

-Me voy a París, tenía razón, L está allí...

PARTE 145.QUIEN BIEN TE QUIERE NO TE ABANDONARÁ JAMÁS


…Cogí aire, me agache y saqué de debajo de la cama lo que L me había enviado. Abrí el álbum de fotos y lo miré con detenimiento. Lo había ojeado por encima solamente, así que no me había fijado mucho en los detalles.

Saqué la primera foto del álbum. Aparecíamos los dos, abrazados y sonriendo a la cámara. Era una foto que nunca había visto, y estábamos muy muy atractivos. En la parte de atrás, L había escrito una frase:


"Quien bien te quiere no te abandonará jamás"


Cada foto tenía una frase escrita por detrás, muchísimas fotos de los dos, o mías o suyas. Muchas de ellas desconocidas para mi.

Cuando pasé todas las páginas del álbum, me encontré con una última foto.

Era una foto mia, en blanco y negro. Recién despierta, entre las sabanas de la cama. Con la luz de una mañana de primavera entrando por la ventana.

Me emocionó la foto, me emocionó recordar los maravillosos momentos que habíamos pasado juntos. Cerré el álbum, y acaricié la tapa posterior. Había una tarjeta metida en el fondo del álbum.

-Vete a la cocina y trae unas tijeras o un cuchillo, -le dije a A.

Unos minutos después saqué del álbum un sobre con las iniciales de L grabadas en él.Lo abrí y lo encontré escrito fue una carta de amor firmada por L 3 meses atrás.

"Quien bien te quiere no te abandonará jamás", me repetí a mi misma...

PARTE 144.PUM.PUM.PUM




… Estaba haciendo mi maleta encima de la cama mientras A intentaba convencerme para que me quedara en mi casa y dejara de liar las cosas.

-M, no puedes irte.

-¿Porqué? Necesito verle es mi oportunidad. Tengo que irme.

A se quedó callado. Y me miró sin decir nada.

-A, ¿que pasa?

-No te das cuenta, ¿no?

-Darme cuenta de que.

-M, no puedes irte- me dijo mirándome a los ojos.

-Pero, ¿por qué?

-Ha pasado un mes y L no se ha puesto en contacto contigo, si L quisiera estar contigo lo habría hecho, se habría puesto en  contacto. Pero ni una llamada, ningún e-mail, ninguna carta. Nada. Lo único que hizo fue mandarte una a caja desde Londres para así poder echarte de su vida para siempre.

Las palabras me golpearon en el alma. Una por una.

Pum.         Pum.        Pum.         Pum.         Pum.

Me apoyé en la cama. Mi cerebro me dolía. Mi corazón me dolía. Las piernas me fallaban y me quedé sin aire. Es verdad. L me había echado de mi vida al enviarme la caja y lo único que yo había hecho era hacerme ilusiones...

sábado, 22 de marzo de 2014

PARTE 143.TRES MESES DESPUÉS



… Él ya no estaba, no estaba… ¿dónde estaba? Vi su cara en mi pesadilla, y entonces me desperté.


*          *          *          *          *          *          *

3 MESES ANTES

En los últimos tres meses mi vida había cambiado por completo. NY se había convertido en una pesadilla.  Pero al fin de al cabo, yo seguía siendo la misma.

Y la razón de todo esto fue mi estúpido cerebro, o mi corazón.  Vamos lo de siempre.

El caso es que todo cambió. A y yo intentamos salir juntos, pero la cosa no funcionó.

Él estaba en la misma situación que yo. La persona a la que quería estaba con otro. Así que A y yo empezamos a salir juntos. Se pasaba por mi piso o yo por el suyo, íbamos al cine, al teatro, dábamos largos paseos juntos.  Me llevaba a cenar a unos sitios que sólo A conocía. Dejé de pensar en la inminente boda de L. Me hizo sentir especial. Me hizo sentir querida. Y nos compenetrábamos muy bien.

Hasta un día, hace un mes y medio, cuando A me dijo que me adoraba, que estábamos genial juntos, pero sabía que yo quería a L. Y que él quería a su ex. Tenía razón, y desde ese momento A se convirtió en mi mejor amigo.

Pasamos a hacer los mismos planes, pero quitando la relación de pareja de la ecuación. Y estábamos realmente bien así. A me escuchaba llorar en mis peores días, cuando L aparecía en las portadas de los periódicos, y yo le animaba cuando él se enteraba de algo relacionado con su ex.

El gran problema llegó el día de la boda de L.

Esa mañana A apareció por mi casa con el desayuno, levantó las persianas de mi cuarto y me dijo:

-¡Arriba! No puedes pasarte todo el día durmiendo. Tienes que levantarte de esa cama y vivir. ¿Qué hacemos hoy?

-No quiero hacer nada. Quiero dormir todo el día e irme de NY en cuanto pueda.

-Conozco a una amiga de Chiara, la novia,  que va a ir a la boda, me contará como va la cosa.

-No quiero saber nada, pero muchas gracias. Y si la amiga de Chiara es tu ex, paso.

-No, la persona que quiero llego a mi vida antes de ella. Está en Londres y lo sabes.

No dije nada, cada uno de nosotros tenía sus sombras. Yo no era la única que tenía el corazón roto.

….

Ocho horas después de esa conversación, A y yo estábamos en el cine. Él se puso a hablar por el móvil, cosa que yo odiaba.

-¿Puedes parar de una vez? - Le dije a A.

-Coge tu bolso, nos vamos.- Me contesto muy rápidamente.

Salimos casi corriendo del cine.

-¿Qué pasa? , le pregunté.

- L no ha ido a su boda. No ha aparecido.

La mezcla de sentimientos que me embargó en ese momento hizo que me mareara…


*          *          *          *          *          *          *

ACTUALIDAD

… Él ya no estaba, no estaba… ¿dónde estaba? Vi su cara en mi pesadilla, y entonces me desperté.

Tenía pesadillas con L. Se alejaba de mi lado y no lo podía encontrar

L llevaba sin aparecer un mes, los periódicos lo buscaban para poder rellenar sus portadas. Pero L se había ido a algún sitio. Su familia lo sabría pero yo no era nadie como para llamar.

Esa tarde, estaba sentada en mi salón, mirando por la ventana, mientras A leía un viejo libro de mi estantería.

-¿Sabes que?- dije, - voy a encontrar a L. Necesito saber porque no se casó con ella. Necesito verle y saber cómo está. Necesito escuchar su voz y saber que está bien.

-¿Y cómo piensas localizarle? ¿Que vas a dar la vuelta al mundo buscándole?

-No, porque ya se dónde está...