... Los días pasaban, y una noche estaba fumando en la ventana, en la escalera de incendios. Escuche ruidos en la ventana de al lado, donde estaba el cuarto de A.
No pude evitar asomarme , y fue entonces cuando la vi.
Había oído hablar de ella. La novia de A. Estuve celosa de ella desde el momento que supe de su existencia. No porque A me atrajera ni nada de eso. Simplemente porque ella no era para él.
Estaban bailando. Lento. Muy lento Y A la miraba.
La manera en la que él la miraba era la manera en la que un hombre enamorado mira a su chica. En ese momento lo único que sentí fueron celos.
Celos porque hacía tiempo que nadie me miraba así. Celos porque no podía sacarme de la cabeza la boda de L. Celos porque tampoco podía sacarme de la cabeza la mano de A en mi espalda cuando resbalé noches atrás en la cervecería.
No sabía que pensar. Me dolía estar así. Me dolía sentir lo que estaba sintiendo.
Cuando me di cuenta, me sentí espiando algo demasiado privado. Así que entré rápido a mi casa. Cerré la ventana y me fui a dormir.
...
Al salir a trabajar al día siguiente me encontré a A y a su novia en el portal, preparados para despedirse, ya que ella volvía a España.
A me la presentó. Y ella me trató como si yo fuera una especie de bruja roba-novios.
-Ah... M... si. Se quien eres, he oído hablar de ti. Tengo amigas que te conocen.
-¿Si?- respondí con una sonrisa.
-Si, -respondió- una de ellas de va a casar en un mes con un ex tuyo, me han dicho.
Fue como un golpe en la cara. No supe como reaccionar. A sabía parte de la historia de L. Nuestra amiga común le había resumido la peor parte. Pero no se esperaba lo que la cerda de su novia acababa de soltar por su boca.
A miró a su novia muy fijamente.
Sentí una oleada de odio. Miré a A.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero luché fuerte por no llorar. No delante de ella.
-Creo q me voy a ir. - Dije.
Me di la vuelta y salí a la calle, pude oír como A me decía algo, y también pude llorar...